Considero que es de especial importancia que las estudiantes normalistas, como futuras educadoras reconozcan el gran desafío que implica trabajar con diversos tipos de familias, ya que incluso en nuestro país en las últimas décadas han sido notorias las condiciones cambiantes de éstas, ya sea por la migración, el desempleo o la propia recomposición en la estructura de las familias –los nuevos modelos-, lo cual ha traído consecuencias que influyen en las condiciones educativas de los menores. Las futuras educadoras requieren estrategias que les permitan prevenir y/o atender el efecto de estas transformaciones en el desarrollo educativo de los alumnos, propiciando las condiciones favorables a partir de la generación de ambientes y relaciones que hagan de la escuela una experiencia agradable y benéfica para quienes acuden a ella.
En ese sentido es necesario que las estudiantes puedan construir -a través de un análisis sistemático de los posibles efectos que la vida social y familiar tienen sobre el desarrollo de los niños y sobre su aprendizaje- , estrategias que posibiliten contrarrestar el efecto desfavorable que pudiera obstaculizar el desenvolvimiento integral del alumno del nivel de preescolar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)